Luego, se podían modificar las cosas, más no los hechos ni la esencia.
- Cambiemos el escenario y la actriz - pero se negaba profundamente a cambiar el guión.
"Siete pasos, grita ahí, corre hacia allá..."
Una coma puede solamente alargar la llegada del final o del fracaso. Pero no cambia la dirección ni el sentido del mismo.
"Ahora siéntate, piensa, llora y vuelve a reír..."
Pero nada resultaba.
"¡Duerme ya! Despierta, renace..."
La obra estaba destinada al fracaso...
"Siete pasos, grita ahí, corre hacia allá. Ahora siéntate, piensa, llora y vuelve a reír..."
Era el momento... Era ahora!
El cambio final, la omisión y/o el alargamiento.
De pronto la luz...
"...¡Duerme ya!"
Fue la mejor decisión.
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