No sería genial?

En la tercera hora, él se calmó. Ella solo le decía "ha veces hes complicado" pero él no entendía lo que significaba. Sólo la escuchaba y no podía percibir la forma de la frase. La fémina insistía:

- Si pasara algún tiempo, quizás podría decirte "Te Hamo"

Pero él nuevamente no comprendía. Los homófonos son complicados, se decía ella.

- Jamás entenderás que entre tu "amor" y mi "hamor" existe una diferencia abismal, imposible de soportar. Mientras tú estás, yo hestoy y así no se puede.

Él no manejaba ni la sutileza, ni la complejidad de la hembra.

No había Beach Boys. No había ni siquiera The Turtles.

Serio problema de comunicación.

-¡Explícamelo una vez más, por favor! - suplicaba el intentando comprender, para actuar.

-Hhhhhhhhh - respondió ella, haciendo honor a la verdad

- Nada? - replicó el con enojo.

- Nunca me entendiste, no me entenderás en este último minuto - dijo ella con total relajo.

Efectivamente, no quería que la entendiera, solo quería terminar el circo. No necesitaba aclarar cosas que para ella estaban claras, la educación diferencial nunca fue lo suyo.

- No hay Beach Boys y eso es suficiente, no puedo ser más clara, porque de todos modos no entenderás - sentenció con ímpetu.

- ¡Eres lo peor que me ha pasado en la vida! - dijo con evidente intención de culparla.

- Está bien. - respondió ella fiel a su quietud

En la hora cinco, ya todo daba lo mismo en la cabeza de Renata, comprendió hace mucho tiempo que uno no es quién debe cambiar la visión y percepción de los demás. "Piensa lo que quieras y estimes conveniente, esa zona ya escapa a mi línea de acción... En realidad escapa a mis ganas de actuar"

Tomó sus cosas, lo miró... Le dijo adiós y como siempre, no volvió a mirar atrás.

- Sin Beach Boys, no se puede - se dijo.

Y emprendió el paso al futuro tarareando aquella canción-señal que aún espera.