"el deseo despierta el ansia de poseer y ésto despierta el instinto asesino"
KIM Ki-Duk

martes, agosto 21, 2012

Cerrar por fuera

Siempre cierro las puertas dando la cara a estas. Tengo la irrelevante costumbre de darme la vuelta para cerrar.

He visto como la mayoría de la gente es más eficiente y sólo aprovecha el impulso para cerrarlas. Yo no. Tengo que darme vuelta para asegurarme que queden bien cerradas y supongo que es un acto involuntario producto de mi permanente despiste.

Hago casi siempre lo mismo en mi vida. 

En algunas ocasiones, volteo para ver lo que queda detrás de la puerta... Como para repasar lo que dejaré de ver por un momento o para siempre. No puedo negar que también, hay momentos en que, me vuelvo eficiente(?) y hago uso del impulso para terminar con todo.
Generalmente, uno es más cuidadoso cerrando la puerta de su casa. Personalmente, cuando cierro la puerta de mi casa, me devuelvo a ver si de verdad la cerré y eché las llaves que debía echar. Y antes de cerrar todo, reviso que todo esté en su lugar, lo que debe estar apagado que así esté, etc.

Así mismo ocurre con mis historias amorosas pasadas.

Dependiendo del tipo de historia, procuro que todo esté en orden para despedirme y cerrar. Sin embargo, hay algunos ambientes de los que es necesario (casi) salir corriendo, incluso de nuestra propio territorio.

¡Odio salir corriendo! 

No me gusta correr, el sedentarismo me lo impide(?) y además, creo que es sumamente injusto tener que salir corriendo de mi lugar, o al menos, el que así sentía. Pero hay historias que obligan a retirarte sigilosamente. Así, casi como para no despertar lo que está dormido y que te pueda retener.
Salir en puntillas, abrir lentamente la puerta y traspasar el marco con la mezcla justa de silencio e impulso.

Y no es arrancar. Es simplemente que las cosas tocan techo y también se acaban.

La puerta del trabajo la cierro con el impulso, las de colegios y universidad también (creo que en esas dejé a la gente dentro de las aulas) y las amorosas las cierro de frente, mirando lo que quedará detrás de la puerta, excepto, en las "casas tomadas" por espíritus chocarreros que seguirán llorando porque no saben lo que quieren.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me encanto tu publicación, no sabia que llevabas un blog, me daré la tarde para leer.

Saludos y felicidades.